25 sept 2012

Doily biscuits


 
 

Son las clásicas galletas de mantequilla con un acabado como de encaje. La dificultad que tienen, a parte de ser laborioso, es que la masa tiene que estar lo suficientemente fría para que se corte bien, pero no demasiado para que no se cuartee al marcar las formas. Además hay que ser rápido a la hora de utilizar los minicortadores porque la masa coge temperatura ambiente enseguida y si está muy blanda las galletas pierden la forma.
 
Yo creo que lo mejor es cortar las galletas con el cortador redondo y ponerlas tal cual en la bandeja donde se vayan a hornear. Una vez cortadas, es mejor volver a meterlas en la nevera unos minutos para que la masa se vuelva a enfriar lo suficiente para hacer entonces los cortes con los minicortadores. Una vez se hayan "perforado" todas, volver a meter en la nevera unos minutos para que las galletas conserven su forma al hornearlas y no se expandan.
 
Además de los minicortadores, os podéis ayudar de palillos o una pajita para hacer más detalles y formas. Hay infinitas posibilidades. Al principio, lo más difícil es que el motivo quede centrado, pero os pasará sólo con la primera. Os puede ayudar buscar el centro y marcarlo con un cortador, y a partir de ahí ir abriendo el dibujo o el motivo de manera simétrica con las formas que se quiera. Enseguida se va cogiendo práctica. Ánimo!

Os recomiendo que visitéis la página de El rincón de Bea. No os la perdáis!!

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